Castilla. 1 de diciembre de 2024. En el primer número de #EligeCastilla, el boletín cultural, social y político del PARTIDO CASTELLANO-TIERRA COMUNERA (PCAS-TC), recordamos que la emergencia climática está provocada por la dependencia de los combustibles fósiles y un modelo de consumo irracional e irresponsable, motivado por la necesidad de crecimiento económico permanente.
Por eso demandamos una nueva cultura de la energía que no se base en el extractivismo y en los estándares productivistas y mercantilistas. La energía es un bien básico y su acceso debe ser un derecho universal. La transición energética debe estar basada en criterios de justicia y equidad y en el más estricto cumplimiento de las normas de protección del medio ambiente.

El despliegue renovable es una oportunidad para nuestra tierra que debemos saber aprovechar, pero éste no se puede realizar de forma desordenada, opaca y sin aceptación social.
Es imprescindible recuperar y redistribuir los beneficios del cambio de modelo energético en Castilla y, especialmente, en nuestro medio rural.
Las fuentes renovables deben contribuir al equilibrio territorial y al desarrollo local, corrigiendo los brutales desequilibrios históricos entre generación y consumo del modelo centralizado, de los que Castilla ha sido víctima durante decenios (pantanos, minas, centrales térmicas y nucleares, etc.).
Rechazamos los comportamientos no éticos que anteponen la idea de negocio a la necesidad de desarrollar una política energética sostenible. Rechazamos, por tanto, la vorágine descontrolada de la promoción y la propuesta de instalación de potencia renovable. La declaración de “emergencia climática” no debería convertirse en una patente de corso.
También exigimos la protección y la limitación del uso de la superficie agraria útil para no poner en riesgo nuestro modelo productivo y la misma supervivencia de nuestros pueblos.
La introducción de criterios redistributivos de las rentas generadas es imprescindible para que el desarrollo renovable sea una oportunidad para el medio rural. Los ingresos no deben ser solo para los propietarios de los terrenos ocupados, sino que tienen que beneficiar a toda su zona de influencia.
Los límites de desarrollo renovable los fija la capacidad de evacuación de la energía generada y no la disponibilidad de terreno, razón por la que los ingresos deben ser compartidos entre todos los vecinos.
También reclamamos que las concesiones hidroeléctricas castellanas que ya están caducando reviertan al Estado para enfocar su gestión exclusivamente al interés general. Para ello exigimos que se integren en una empresa pública de energía que garantice un uso eficiente y sostenible que también beneficie de forma clara y en primer lugar al territorio rural en el que se asientan y a sus habitantes.
Datos para pensar. Castilla y León fue en 2023 la comunidad con mayor potencia instalada renovable del país: 13.046 MW, el 95,8% de su parque de generación. La eólica es la tecnología con mayor presencia (48,8% del total), y la fotovoltaica es la que más creció: su capacidad de generación aumentó un 31,2% con respecto a 2022.
Castilla-La Mancha se mantiene como la segunda comunidad con mayor potencia: 12.120 MW (el 83,8% de la instalada). La solar fotovoltaica experimentó en esta comunidad en 2023 el mayor aumento de toda España: 2.024 nuevos MW instalados (+49,6% con respecto a 2022).
¿Sabías que desde el año 2010, el consumo de combustibles fósiles en la Unión Europea no ha cesado de disminuir? El actual es unos 4.800 teravarios-hora (TWh) inferior al que se esperaría con la tendencia ascendente previa a aquel año. En paralelo, la producción eólica y fotovoltaica han crecido en 1.600 TWh. Ello significa que, por cada TWh renovable, la UE ahorra 3 TWh de combustibles fósiles.
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