La Agrupación Provincial en Burgos del PARTIDO CASTELLANO-TIERRA COMUNERA (PCAS-TC) ha
presentado una denuncia dirigida al Procurador del Común relativa a la inminente construcción
de una Planta Incineradora de Residuos Urbanos en la ciudad de Burgos, impulsada por el equipo
de gobierno del PP en el Ayuntamiento de la capital castellana y que incumple diversos preceptos
de la legislación española y europea respecto a la gestión de las basuras domésticas y a la
implantación de la Economía Circular, evidencia una total opacidad y falta de transparencia
respecto a la información veraz y técnica que es obligatorio dar a los vecinos de Burgos y que
omite los indudables efectos negativos para la salud que la implantación de esta instalación
industrial y peligrosa ocasionará a la población.
Los castellanistas burgaleses denuncian el fracaso absoluto de la gestión de residuos urbanos del
Ayuntamiento de Burgos, incapaz de practicar las estrategias que marca la Transición Verde
Europea, ya que no reducen, no reutilizan y no reciclan; se sigue incrementando año tras año la
producción de basuras, se tiene paralizada la planta de biogás que ha supuesto decenas de millones
de euros a las arcas burgalesas, se lleva décadas produciendo un “compost” que no reúne los
requisitos mínimos para su utilización y se acumula en el “ecoparque” de Cortes y se sigue una
estrategia de comunicación totalmente opaca, sin dar a la ciudadanía información, memorias o
resultados públicos de la gestión de los residuos urbanos. De las 75.000 toneladas de residuos
urbanos que se generan en la ciudad de Burgos anualmente, prácticamente 50.000 toneladas
anuales se destinan al vertedero de Abajas, incumpliendo la legislación española y europea y
acumulando multas por ello.
Optar por la incineración de residuos urbanos en Burgos, es para el PARTIDO CASTELLANO-TIERRA
COMUNERA (PCAS-TC) una solución cara (costará más de 50 millones de euros), antiecológica
(obvia la economía circular y la reducción de residuos) y peligrosa para la salud (al dispersar
contaminantes muy tóxicos en la atmósfera burgalesa). La ubicación de la incineradora incumple
con la distancia mínima de seguridad ambiental, de 2.000 metros, que se exige para instalaciones
potencialmente peligrosas, y que afectará gravemente a la zona sur de Burgos, al barrio de Cortes,
a las localidades de Cardeñadijo y Cardeñajimeno y al Polígono Industrial del Monte de la Abadesa.
Las emisiones a la atmósfera, incluirán sustancias muy tóxicas para la salud, como monóxido de
carbono, óxidos de azufre, óxidos de nitrógeno, metales pesados como mercurio y cadmio, además
de compuestos órgano-halogenados como dioxinas y furanos.
El PARTIDO CASTELLANO-TIERRA COMUNERA (PCAS-TC) recuerda que los vecinos de las zonas más
afectadas han presentado ya más de 200 alegaciones contra la modificación sustancial de la
autorización ambiental de CTR para la implantación de la incineradora, mientras que no hay nadie
que apoye esta peligrosa instalación. El futuro de la gestión de los residuos urbanos pasa por la
concienciación de la población respecto a la menor generación de residuos, y en la mejora de la
gestión de los mismos con reutilización, reducción y reciclaje, con campañas educativas y medidas
que incentiven y premien las buenas prácticas. La incineración y el vertedero son las peores
soluciones. No parece acertado gastar tantos recursos municipales en ir en contra de la estrategia
de RESIDUO CERO.
Finalmente, el PARTIDO CASTELLANO-TIERRA COMUNERA (PCAS-TC) apoya sin fisuras a la
recientemente creada Plataforma Ciudadana «Burgos sin incineradora» al tiempo que solicita a la
población burgalesa que la apoye en sus reivindicaciones y movilizaciones.