La Agrupación Provincial en Burgos de la formación castellanista PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL) presentará el próximo miércoles en el Registro del Ayuntamiento de Burgos un escrito dirigido al alcalde Juan Carlos Aparicio, en el cual proponen al consistorio burgalés una serie de veinticinco iniciativas para que desde el ámbito municipal, también la ciudad de Burgos luche contra el peligroso fenómeno ambiental del “Cambio Climático”, y recorte de forma efectiva las emisiones de gases de efecto invernadero que la capital burgalesa emite a la atmósfera.
Estos compromisos medioambientales, a juicio del PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL) son imprescindibles y suponen la “contribución burgalesa a la lucha internacional contra el Cambio Climático”, estrategia que será discutida por espacio de quince días en la capital de Dinamarca, Copenhague, donde a partir de hoy 7 de diciembre se desarrolla la Cumbre Internacional de Naciones unidas sobre Cambio Climático, que debe generar el recambio al Protocolo de Kyoto.
1.- BURGOS Y EL CAMBIO CLIMÁTICO.
Según se expresa desde el Área de Medio Ambiente de este partido castellanista, Burgos ya percibe los efectos del “Cambio Climático”; en los últimos diez años estamos asistiendo a los veranos más cálidos del registro meteorológico. En Agosto de 2003, se registró la máxima histórica de nuestra ciudad: casi 39ºC, coincidiendo con la mayor ola de calor que recuerda nuestra ciudad y en los últimos diez años se concentran los cinco años más calidos que se recuerdan en el registro térmico de la ciudad.
Las hipótesis de todos los Informes Técnicos presentados sobre el Impacto del Cambio Climático en España, vaticinan para Burgos, en un plazo de 50 años, si no disminuye drásticamente la emisión global de gases de efecto invernadero, los siguientes efectos sobre nuestro clima:
§ Una media de 15 días al año con temperaturas máximas superiores a 40,7ºC (nunca medidas en Burgos en la serie de registros térmicos).
§ Una reducción de los recursos hídricos disponibles de entre el 20 y el 25% del total actual.
§ Un incremento de los episodios climáticos extremos (principalmente sequías prolongadas, pero también ocasionalmente inundaciones y grandes nevadas y heladas).
§ Aumento de las patologías y enfermedades asociadas a las olas de calor y a los vectores de enfermedades tropicales.
§ Afección a espacios naturales y a la biodiversidad más vulnerable a los fenómenos del Cambio Climático.
§ Las administraciones burgalesas deberán dedicar al menos el 10% de sus presupuestos a actuaciones destinadas a paliar o mitigar los efectos perniciosos del Cambio Climático.
2.- CUESTIONES GENÉRICAS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO.
Los castellanistas reclaman que no podemos seguir comportándonos como si no pasase nada, ya que el Cambio Climático que estamos provocando, está aquí. Hasta hace poco existía debate en el seno de la comunidad científica internacional, acerca del Cambio Climático; hoy ya no, casi todos aceptan que es una realidad incuestionable. El Clima de la Tierra está cambiando, y lo está haciendo con rapidez; además la causa está clara: se está produciendo un paulatino calentamiento del planeta, debido al incremento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, emitidos por la acción del hombre desde el comienzo de la Revolución Industrial.
Es importante reconocer que cambios en el Clima de la Tierra, se han producido muchos e intensos a lo largo de los 4.500 millones de años de historia del planeta, algo evidente por el estudio del registro geológico; la singularidad del episodio actual se centra en que el calentamiento actual es extraordinariamente rápido, y además es responsabilidad de las acciones de los seres humanos.
Aunque el hombre actúa sobre el Medio Ambiente a través de numerosos procesos (emisión de contaminantes, agresiones a ecosistemas, procesos urbanizadores, deterioro de la capa de ozono, deforestación, etc…), por lo cual a muchos científicos les gusta más la expresión “Cambio Global”, que “Cambio Climático”, son muy claras las acciones humanas responsables del incremento de temperaturas en la Tierra: la emisión de gases a la atmósfera que provocan el denominado “efecto invernadero”, muy especialmente el dióxido de carbono. La quema de combustibles fósiles (como el carbón, el petróleo o el gas natural) para la producción de electricidad o el transporte, la liberación del carbono inmovilizado en los suelos o en los vegetales, por la deforestación y la desertificación, la generación de dióxido de carbono en la fabricación del cemento y en la calcinación de las rocas calizas, son algunas de las fuentes antrópicas del incremento del CO2 atmosférico.
Si la realidad del “Cambio Climático” ofrece pocas dudas, también sus consecuencias empiezan a ser bastantes claras; estos fenómenos afectarán a los océanos, provocando un deshielo de los casquetes polares y el incremento del volumen del agua marina, elevando el nivel de las aguas marinas y afectando a las zonas costeras, donde se concentra la mayor parte de la población mundial; simultáneamente, las aguas del mar se están acidificando, lo que actúa muy negativamente contra los delicados ecosistemas coralinos. Mayores incógnitas existen sobre el impacto del “Cambio Climático” sobre el régimen de las corrientes oceánicas, cuya modificación traería efectos catastróficos e escala planetaria.
El “Cambio Climático” está igualmente asociado a enormes presiones sobre los ecosistemas y la biodiversidad; algunas especies animales y vegetales se beneficiarán de las nuevas condiciones ambientales, pero es obvio que muchas plantas y animales, que manifiestan una notable vulnerabilidad a las modificaciones de sus hábitats, no podrán adaptarse: es un hecho que estamos viviendo un proceso gradual de extinción de numerosas especies.
El Cambio de nuestro clima vendrá condicionado por nuestra posición en el planeta; en el interior de la península ibérica, parece claro que los diferentes escenarios que nos ofrecen los modelos de simulación climática avanzan un incremento de las temperaturas, más en verano que en invierno, y más las nocturnas que las diurnas; los fenómenos extremos serán más frecuentes y más intensos (olas de calor, sequías, inundaciones, vientos,…), los recursos hídricos disminuirán y los ecosistemas que no se adapten a estos cambios desaparecerán.
La alarma científica ante el “Cambio Climático” solo se ha trasladado tenuamente al ámbito institucional y político; así, el denominado Protocolo de Kioto, suscrito en 1997 para reducir en el horizonte 2010 las emisiones humanas de gases de efecto invernadero en un 5% respecto a las emitidas en 1990, finalmente entró en vigor, sin ser ratificado por los Estados Unidos ni China, principales emisores de estos contaminantes. El impacto del cumplimiento del Protocolo de Kioto sobre los fenómenos que ha desencadenado el Cambio Climático será insignificante; la mayoría de los científicos exigen reducir ya las emisiones de CO2 en un 70% respecto a las emitidas en 1990: un sueño con el modelo económico actual.
En nuestro país, el máximo incumplidor de las previsiones de Kyoto de la Unión Europea (emitimos actualmente el 153% del dióxido de carbono que emitíamos en 1990, y para el 2010 deberíamos emitir solo el 115%), las cosas van claramente mal, dado que se asocia el insaciable incremento de la voracidad energética, con un tímido desarrollo de las energías renovables, y un desbocado sector urbanístico que cataliza un continuo incremento de las emisiones del transporte. Las acciones de los ciudadanos en esta materia se convierten ya en una urgente necesidad, limitando el despilfarro energético, reclamando el desarrollo de las energías renovables, muy especialmente la biomasa y la solar, frenando el uso irracional del vehículo propio, y restringiendo los procesos de desarrollismo urbano.
3.- EL AYUNTAMIENTO DE BURGOS Y EL CAMBIO CLIMÁTICO.
El Ayuntamiento de Burgos carece de ninguna política específica de lucha contra el Cambio Climático, y no ha desarrollado ningún tipo de medidas, ni para conocer el impacto de este fenómeno en la ciudad y la sociedad burgalesa, ni para adoptar políticas activas de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Así, no se conocen las emisiones de gases de efecto invernadero de la ciudad de Burgos respecto al metano, a los CFC’s, a los NOx, o a otros gases. Solo se conocen, de forma imperfecta las emisiones de dióxido de carbono (CO2), que se estiman en torno a 15 toneladas de dióxido de carbono por persona y año, mientras que según otras metodologías estas emisiones se estiman en 7 toneladas de dióxido de carbono por persona y año, datos contradictorios que figuran en el propio indicador número 7 de la Agenda Local 21 del Ayuntamiento de Burgos.
En la actualidad, las emisiones de dióxido de carbono totales para la ciudad de Burgos estarán situadas, según estimaciones del Área de Medio Ambiente del PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL-Burgos) entre las 2.500.000 toneladas y las 2.750.000 toneladas totales emitidas.
Estos datos ponen de manifiesto que en los últimos diez años las emisiones de dióxido de carbono han experimentado un incremento del 30%. Hay que recordar que el compromiso español para cumplir el Protocolo de Kioto nos exige limitar el incremento de emisiones de gases de efecto invernadero de 1990 al 2010/12 a solo el 15% más y las nuevas políticas ambientales europeas hablan de reducir para el 2020 en un 20% las emisiones respecto a 1990.
La Red de Estaciones del Control de la Contaminación Atmosférica de la ciudad de Burgos, que cogestionan la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Burgos, sigue con solo cuatro estaciones de medida tras más de veinticinco años de su instalación, y en ninguna de ellas se determinan las concentraciones de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero.
La calidad del aire de la ciudad de Burgos se está deteriorando paulatinamente, a pesar de haberse disminuido el número de empresas industriales con grandes vertidos de contaminantes a la atmósfera. Así en los últimos cuatro años, se ha superado en más de 100 días el número de ocasiones con valores de inmisión de contaminantes por encima de los valores máximos permitidos en ozono y partículas.
4.- VEINTICINCO MEDIDAS CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO. PROPUESTAS DEL PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL-BURGOS).
4.1.- Adopción de un papel más activo para Burgos dentro de la “Red Española de Ciudades por el Clima” integrada por casi 200 ciudades españolas que es el mejor espacio de cooperación, intercambio de experiencias y recepción de ayudas por parte de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y el Ministerio de Medio Ambiente, que tienen firmado un marco de cooperación y financiación en este ámbito de la lucha contra el Cambio Climático, ya que Burgos no lidera ningún proyecto ambiental específicamente orientado a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
4.2.- Incluir en el proceso de implementación de la Agenda 21 Local de Burgos un especial seguimiento de los indicadores ambientales relacionados con el cambio climático como son: las emisiones de gases de efecto invernadero y la superficie de zonas verdes y masa forestal en el término municipal. Conocer exactamente cuales son las emisiones de gases de efecto invernadero de la ciudad de Burgos, y diseñar protocolos técnicos para su seguimiento y evaluación.
4.3.- Incrementar las acciones de Educación Ambiental que tanto el Área de Medio Ambiente como la Oferta Educativa Municipal a los escolares burgaleses, desarrollan para concienciar a la sociedad sobre los efectos que provoca el Cambio Climático, y muy especialmente sobre las acciones ciudadanas para corregir las emisiones de efecto invernadero. Desarrollar campañas de sensibilización sobre el uso eficiente de la energía y la problemática del cambio climático.
4.4.- Buscar las sinergias de la sociedad burgalesa y su sector empresarial e industrial y las instituciones, la Universidad y el Ayuntamiento, en la lucha contra el Cambio Climático, creando una Mesa Específica, cívica, social e institucional, para este asunto.
4.5.- Incluir dentro de las Ayudas Municipales al Desarrollo como aspectos a favorecer y tener en cuenta las acciones de respeto al Medio Ambiente, reforestación y protección de los espacios naturales en los países en vías de desarrollo, que serán (ya lo son) los más afectados por los perniciosos efectos del Cambio Climático.
4.6.- Potenciación del transporte público, con un diseño más extenso de la red de autobuses urbanos, y medidas de abaratamiento y favorecimiento del uso de estos medios de transporte. Creación de un ente de transporte público metropolitano que incluya los municipios del Alfoz de Burgos para diseñar rutas alternativas al uso de los vehículos particulares.
4.7.- Realizar un Plan de Movilidad Sostenible por parte del Ayuntamiento de Burgos, especialmente orientado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Modernización de la red de autobuses urbanos, incluyendo vehículos de bajas emisiones de efecto invernadero, como son el hidrógeno o los vehículos eléctricos.
4.8.- Favorecer el uso de la bicicleta y de los desplazamientos a pie de los ciudadanos, ampliando la red de carriles bici y mejorando su conectabilidad entre sí, y mejorando las vías de circulación y desplazamiento de peatones por la ciudad.
4.9.- Sustituir en todos los edificios municipales, así como en los colegios de titularidad municipal (Guarderías, Colegios de Infantil y Primaria) los sistemas de calefacción y agua caliente, basados en el uso de combustibles fósiles (combustión de gasoil y gas natural, así como sistemas eléctricos) por el uso de energía solar térmica.
4.10.- Implantar una política decidida de uso de la energía solar térmica para calefacciones y agua caliente en todos los edificios nuevos de la ciudad en consonancia con la ordenanza de energía solar del Ayuntamiento (2002) y el Código Técnico de la Edificación.
4.11.- Potenciación del Uso de la Energía Solar Fotovoltaica, tanto en los tejados de las edificaciones como mediante los sistemas de huertos solares.
4.12.- Creación de un Polígono industrial específicamente destinado a energías limpias y a industrias relacionadas con el medio ambiente.
4.13.- Incrementar la masa forestal en el término de Burgos, como sujeto fijador de carbono, con un aumento de 500 nuevas hectáreas de zonas verdes en cuatro años, y potenciar la plantación de árboles en parques urbanos ya consolidados y espacios libres de la ciudad, llegando a las 2000 hectáreas en el 2020.
4.14.- Adoptar medidas y criterios de eficiencia energética y de reducción de emisiones de gases efecto invernadero en las nuevas contrataciones municipales, en los concursos de adjudicación de servicios municipales y en las compras de equipamientos municipales.
4.15.- Acuerdos con los agentes económicos y las asociaciones de consumidores para el impulso de los equipamientos domésticos eficientes y para el buen uso de la energía en los hogares particulares y en los edificios residenciales.
4.16.- Favorecer el uso de los biocombustibles en todos los vehículos municipales y plantear a las estaciones de servicio del término municipal su disponibilidad. Favorecer su uso por parte de empresas y particulares.
4.17.- Racionalización en el uso y consumo de suelo en el término municipal; creación de reservas de suelo no urbanizable de especial protección ambiental.
4.18.- Mejora de la red de control de la contaminación atmosférica, ampliando el número de estaciones, su disposición territorial y el número de parámetros que se controlan.
4.19.- Actuaciones conjuntas con el sector de la industria y los servicios para adoptar medidas globales y coordinadas contra el Cambio Climático y las emisiones de gases de efecto invernadero.
4.20.- Redacción de una Ordenanza Municipal Global que unifique todas las actuaciones municipales contra el Cambio Climático y las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero.
4.21.- Financiación de una línea de investigación de la Universidad de Burgos orientada a la lucha contra el Cambio Climático y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
4.22.- Incorporación en el nuevo PGOU de la ciudad de Burgos, actualmente pendiente de la aprobación inicial, de un compromiso expreso en la lucha contra el Cambio Climático y la reducción e las emisiones de Gases de Efecto Invernadero. Decidida Promoción de la Arquitectura Bioclimática.
4.23.- Diseño de una política fiscal de apoyo en los impuestos municipales (IAE, IBI) y en las tasas de basuras para empresas y particulares que adopten medidas de lucha contra el cambio climático.
4.24.- Incorporación en el Plan de Salud Municipal de una Estrategia de lucha contra las patologías y enfermedades que se incrementarán como efecto del Cambio Climático y las Olas de Calor y otros fenómenos de extremos, especialmente en colectivos de población de riesgo y más vulnerables (niños, ancianos, embarazadas, personas con sobrepeso o enfermedades respiratorias, ciudadanos con inmunodeficiencias, etc…).
4.25.- Elaboración de un Plan Energético Municipal, que incluya la exigencia de la eficiencia energética en las instalaciones. Realización de auditorías energéticas y certificación de edificios e instalaciones municipales.
5. CINCO OBJETIVOS CONCRETOS DE LA CIUDAD DE BURGOS EN LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO A CONSEGUIR EN 2020.
§ Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la ciudad de Burgos en el 2020, en un 20% respecto a las emisiones realizadas en 1990.
§ Reducir el consumo de energía total de la ciudad de Burgos en el año 2020 en un 20%.
§ Que el 20% de la energía total consumida por la ciudad de Burgos en 2020 sea de origen renovable.
§ Que en 2020 la ciudad de Burgos realice un vertido “cero” de residuos sólidos, es decir que todos los residuos urbanos y de escombros y demolición se reciclen en un 100%.
Aumentar hasta 2020, los parques, zonas verdes y masas forestales del término de Burgos, como principales sumideros de carbono urbanos en 2000 nuevas hectáreas.
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