Reproducimos el comunicado difundido por la Plataforma por la Sanidad Pública de Burgos sobre el aniversario del HUBU.
La mejor defensa es un buen ataque. Eso deben de pensar los gerentes del HUBU y la Consejería de Sanidad que andan estos días de fastos a propósito del quinto cumpleaños de nuestro hospital. Bueno nuestro, nuestro, no. Estamos alquilados en un edificio de pésima calidad, que se desmorona como un centenario, cuando apenas tiene edad para ir al cole. Pagamos un alquiler anual que el año pasado nos costó 94 millones de euros en vez de los 38 previstos en el proyecto: un pequeño derroche de NUEVE MIL MILLONES DE PESETAS en un solo año. Decíamos que andan publicitando las excelencias del HUBU por no responder a lo que se les pregunta.
No discutimos la calidad científica de nuestros profesionales, empleados públicos, por cierto, ni que el HUBU es mejor si lo comparamos con el viejo HG Yagüe. Decimos que en el HUBU se ha hecho una operación tremendamente lesiva para el interés general, que eso requiere explicaciones de verdad y no evasivas y que exige reparación de responsabilidades y reversión del contrato.Y a eso solo se responde por parte de la Consejería con propaganda.
Para nosotros el HUBU es una gran oportunidad perdida. La oportunidad histórica de hacer un gran hospital de verdad, lo que se ha malogrado por dos circunstancias gravísimas: el modelo utilizado y la política de gestión autoritaria, oscurantista y partidaria.
Se ha hecho un hospital insuficiente para dar respuesta a las necesidades de la provincia. Insuficiencia que se deriva en la dependencia de conciertos, contratos, concesiones y derivaciones a la medicina privada. ¿Por qué?
Se ha perdido la oportunidad de aprovechar a la generación de profesionales mas preparada de la historia de Burgos merced a una política de nombramiento de puestos intermedios en la que solo se tiene en cuenta el amiguismo y la afinidad, en la que se castiga al que habla, se elimina al discrepante y se utiliza políticamente al nombrado cuando se considera preciso.
Se ha perdido la oportunidad de tener un edificio solvente para los próximos decenios, cuando se recibió un edificio plagado de fallos y una factura incomprensible. De disponer de él como dueños, porque sencillamente no lo somos y esa infraestructura que pone a disposición la concesionaria no la controlamos y no es más que un negocio que factura a precios y calidades sin competencia, en régimen de monopolio. Estamos esclavos del contrato.
Se ha perdido la oportunidad de disponer de un hospital moderno, con tecnología adecuada y sostenible: se ha sobreequipado sin relación a las necesidades sino para agrandar el negocio y no está garantizado su mantenimiento porque eso atentaría contra los intereses del concesionario. Un edificio para el futuro completamente dependiente de la factura eléctrica; sin un atisbo de energía renovable, de eficiencia energética, de respeto al medio ambiente, todo en la lógica de a más consumo, mas ganancia.
Para nosotros, no hay mucho que celebrar con palabras grandilocuentes y propaganda trinfalista. Lo que hay es que responder, aclarar y reparar la fechoríaque estamos pagando todos. Se debe hacer, se puede hacer. Deben responder desde la Junta por qué no se quiere. ¿Qué motivos hay para no hacerlo? ¿Se pueden saber? ¿Van a dejar alguna vez de tratar a la ciudadania como a niños tontos escudándose en su mayoría parlamentaria?
Burgos, 19 de Junio de 2017
PLATAFORMA POR LA SANIDAD PÚBLICA DE BURGOS