El PARTIDO CASTELLANO (PCAS) quiere llamar una vez más la atención sobre el problema que supone para los ciudadanos de Castilla-La Mancha, en particular para los toledanos y guadalajareños, la frontera artificial que existe entre nuestra comunidad y la comunidad hermana de Madrid.
Estos días estamos asistiendo a un claro ejemplo de esta problemática, como es la desventaja que tienen los comerciantes de Toledo con sus vecinos madrileños en un período tan importante como son las ansiadas rebajas del mes de enero. El inconveniente de iniciar las rebajas una semana más tarde, no es sólo un trastorno de un período de tiempo u otro, sino un grave problema económico para los comerciantes toledanos y por tanto para los trabajadores del sector, que están sufriendo fuertemente tanto la crisis económica de la que nuestros gobernantes no saben sacarnos (sólo saben hacerse fotos con firmas de pactos que demuestran no servir para nada), como los problemas derivados de estos reinos de taifas en los que los gobernantes de las comunidades vecinas “ni siquiera se hablan”. Así, los castellanistas pedimos tanto a los gobiernos socialistas como a los populares una mayor colaboración entre las comunidades castellanas que gobiernan. En particular al señor Barreda, porque el hecho de que las rebajas empiecen antes en Madrid está suponiendo, por un lado, la pérdida de cientos de trabajadores del sector en toda la provincia de Toledo, y por otro lado, que la ya resentida industria textil toledana se vea abocada a la desaparición por la falta de clientes y la competencia con el mercado asiático. En un período de crisis donde el gobierno del señor Zapatero se ve incapaz de reflotar la economía española, el PSOE de Castilla-La Mancha y de Toledo, deberían escuchar a los ciudadanos, en este caso a los comerciantes, porque ellos mejor que nadie conocen la terrible situación que sufre su sector.
Por tanto, el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) vuelve a pedir tanto a los dirigentes del PSOE como a los del PP que reactiven el Consejo de las Comunidades Castellanas creado en el año 2000 por gobernantes no castellanistas, pero sí socialistas y populares como el señor Bono, Gallardón y Lucas, que doten a este Consejo de contenido y funciones concretas y que estén más atentos a las necesidades de los ciudadanos, bajando de sus “pedestales” y escuchando los problemas del día a día de quienes les pagan el sueldo y a quienes deben sus cargos y prebendas. Y es evidente que la falta de diálogo entre los dirigentes de las comunidades castellanas crean problemas palpables a los ciudadanos.
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