En declaraciones a los periodistas en Toledo, durante los actos del XXII homenaje a los comuneros, Soriano ha añadido que, además, se suman a la petición del PP de reclamar austeridad al Gobierno regional.
Respecto a las reformas del mercado de trabajo y del sistema de pensiones planteadas por el Gobierno central, ha considerado que son una forma de salir al paso de las críticas que está recibiendo teniendo en cuenta que en España se ha llegado a los cuatro millones de parados.
La reforma laboral todavía está por ser explicada y en relación con la de pensiones «nos parece una barbaridad querer solucionar la crisis económica alargando la edad de jubilación de los pocos que hoy tienen trabajo», ha señalado Soriano, quien ha pedido hacer una reforma en profundidad.
El secretario regional del PCAS ha explicado, por otra parte, que con actos como el de homenaje a los comuneros se pretende reivindicar un hecho histórico como es el final de la guerra de las comunidades, que no fue en Villalar sino en Toledo, y que no es recordado por ninguna institución pública ni asociación cultural.
No hay que olvidar la historia y así, igual que los comuneros se levantaron en comunidad para reclamar al rey Carlos I que cuidase de sus reinos de Castilla, «nosotros pedimos la paralización del trasvase Tajo-Segura, infraestructuras para Castilla-La Mancha, que no se olvide que somos la segunda comunidad más pobre o que necesitamos una sanidad y una educación de calidad».
«Algo no se está haciendo cuando no somos capaces de salir de la crisis y el desempleo, y la pobreza va aumentando», ha dicho Soriano.
El homenaje a los comuneros de Castilla comenzó en la plaza de Zocodover con la actuación de un grupo de folclore castellano de Navahermosa (Toledo) y ha continuado en la plaza de Padilla con la que ya se va haciendo tradicional ofrenda de flores en memoria de los comuneros castellanos y en especial de los toledanos Juan de Padilla y María Pacheco.
Soriano ha reclamado al alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, que la estatua de Padilla se coloque en la plaza de Padilla, algo a lo que se comprometió en septiembre y que todavía no se ha cumplido.
En dicha plaza se encontraba la casa de Juan de Padilla y su esposa María Pacheco, líderes de los últimos comuneros toledanos que hasta el 3 febrero de 1522 no fueron sometidos por el emperador Carlos I.
Los castellanos han recordado el último episodio militar de la Revolución de las Comunidades Castellanas, que tuvo lugar con la Batalla de La noche de San Blas, en 1522, nueve meses después de la Batalla de Villalar de los Comuneros.
(Fuente: abc)
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