Artículo de opinión de Domingo Hernández Araico. Secretario Provincial en Burgos del PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL)
Los territorios con malas comunicaciones o sin ellas tienen una serie dificultad de desarrollo, si no que se lo pregunten a las provincias de Soria o Zamora.
Burgos, ciudad y provincia, ha sido históricamente eje de comunicaciones, no queremos resultar pedantes y por ello no nos referiremos a las vías romanas que cruzaban la provincia, al Camino de Santiago o a las rutas asociadas al tráfico de la lana.
La provincia de Burgos a lo largo de los siglos se ha afianzado en el camino natural desde el centro de la península a Francia y en eje Este- Oeste de la misma. Sin embargo en los últimos años se ha decidido por los sucesivos gobiernos, tanto del PP como del PSOE, el dejar de lado a la Cabeza de Castilla y su provincia primando a otros núcleos de población, entre ellos Valladolid.
Para los políticos que nos gobiernan la línea recta no es el camino más corto entre dos puntos ¡vuelven a cuadrar el círculo! Todos los recorridos de AVE discurren paralelos a las carreteras nacionales radiales, excepto uno, el recorrido Madrid- Burgos que se hará por Valladolid, algo que también sufrirán nuestros vecinos vascos y la conexión con Francia se dará un importante rodeo pasando por la ciudad del Pisuerga para llegar a Madrid. Con el recorrido de esta infraestructura se apela al interés general, aunque en muchas ocasiones este interés es el particular de algunos, pero de eso hablaremos otro día.
Criticamos y criticaremos la decisión de primar el trazado por Valladolid, apartando a Burgos, para acercar el AVE a León, Asturias y Galicia, quizá el favorecer la línea Madrid, Burgos, Bilbao, Francia tampoco hubiese sido descabellado, enganchando el trazado desde Burgos hacia el oeste. Son decisiones políticas que poco a poco, tacita a tacita, que diría el famoso anuncio, relegan a Burgos al ostracismo.
Mientras se priman unos recorridos se impiden otras conexiones, nunca se ha permitido un enlace rápido y directo, ni por tren, ni por carretera con el puerto de Santander, (el túnel de la Engaña nunca llegó a utilizarse en el añorado Santander-Mediterráneo), salida natural de Castilla al mar. Los castellanistas burgaleses solicitamos que el trazado ferroviario Palencia-Santander sufra una pequeña modificación para no marginar, una vez más, a la provincia de Burgos.
Con la línea férrea de alta velocidad prevista, Palencia-Aguilar-Santander, ahora en entredicho por los recortes presupuestarios, dado que se utiliza el tramo de otra línea ya proyectada (la Valladolid-Burgos), lo único que se realiza es la sustitución del tramo Palencia-Aguilar por el tramo Burgos-Aguilar, con una reducción de trayecto a construir de 20 kilómetros.
Esta pérdida de ubicación estratégica de Burgos con relación al diseño de la nueva red de infraestructuras estatales, es además algo ya constatado por el 1º Boletín de Coyuntura Económica editado por Caja Rural de Burgos y publicado en Febrero de 2009. Además este trazado aportaría un importante ahorro económico (543 millones de euros frente a los 662 millones del trayecto original previsto), no se afecta prácticamente el tiempo de viaje estimado entre Palencia y Santander y beneficiaría a todas las ciudades de Castilla y León con destino Santander (especialmente Valladolid y Palencia), ya que la frecuencia global de trenes a Santander sería mayor, y captaría viajeros del conjunto del AVE que une Madrid con País Vasco. Por todo ello se tendría una línea con más demanda, más rentable y que posibilitaría una mayor frecuencia de trenes. Los castellanistas también coinciden con las afirmaciones realizadas por los profesores del Área de Ingeniería del Terreno de la Universidad de Burgos, en el sentido de que el trazado propuesto presenta notables ventajas añadidas desde el punto de vista geotécnico, topográfico o medio ambiental, por lo cual desde el punto de vista social y técnico es la opción más acertada.
Otro tema de actualidad en los últimos días es la falta de rentabilidad de la línea directa Madrid- Aranda- Burgos, claro que no es rentable, el objetivo del Gobierno de España ha sido ir debilitándola (con malos horarios, altos precios, falta de mantenimiento,…) hasta poder alegar su nula rentabilidad. Rentabilidad que ni siquiera ofrece el AVE Madrid- Sevilla que pierde dinero, pero hablamos de Castilla y León, y aquí si alguna infraestructuras no resulta rentable es más sencillo cerrarla que en otros territorios.
La política camicace del Estado ha ninguneado las líneas convencionales primando exclusivamente la alta velocidad estaba claro desde hace meses: hay que intentar que si viajamos en tren sea en AVE, y si iremos a Madrid en tren pero dando un rodeo por Valladolid de unos 100 Km.
La actual vía Burgos- Madrid con alguna mejora podría albergar en su trazado trenes TALGO, que alcanzan velocidades medias superiores a los 200 Km/hora. Conclusión: podríamos plantarnos en Madrid en unos 90 minutos, es decir el tiempo será unos minutos inferior al previsto en el mismo recorrido en AVE.
Entonces encontramos varias ventajas: tardar menos tiempo, tarifas inferiores a las del AVE, unir por tren a Aranda de Duero y toda la comarca de la Ribera con Madrid; la utilización de tecnología TALGO de patente española, y por último la posibilidad de utilizar la vía para el transporte de mercancías entre Madrid, Castilla y León, País Vasco y Francia.
Además el transporte de mercancías por tren es necesario en el cambio de sistema productivo que debe acometer España, y que el PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL) viene promulgando.
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