El PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL-BURGOS) no comparte en absoluto el triunfalismo exhibido por el Concejal de Cultura del Ayto. de Burgos Diego Fernández Malvido, en relación al éxito de las fiestas de San Pedro y San Pablo.
Para los castellanistas burgaleses resulta un desafío al sentido común el destinar el mismo presupuesto que en 2009 a las fiestas de 2010, después de un año de profunda crisis donde decenas de burgaleses han sufrido la virulencia de la actual situación económica perdiendo sus empleos, sufriendo expedientes de regulación de empleo (ERE) o viéndose obligados a cerrar sus negocios. Según el Secretario Provincial del PCAL- Burgos Domingo Hernández Araico: “tenemos un Ayuntamiento muy endeudado, con infinidad de créditos a los que responder y que no hace otra cosa que subir los impuestos, sin mostrar ningún atisbo de austeridad, las fiestas hubiesen sido un buen momento para cambiar de rumbo”.
El PCAL- Burgos cree que las fiestas podrían haber tenido casi los mismos actos gastando bastante menos dinero, como ejemplo de austeridad se podría haber renunciando a la iluminación festiva que no aporta nada a la fiesta, sólo derroche económico y energético. La supresión de la recepción oficial del Ayto. que además este año contó con alrededor de un centenar más de invitados que la del año anterior, o la reducción en los participantes en la “operación añoranza”. Todas las poblaciones importantes de la provincia han reducido su presupuesto destinado a fiestas, incluso ciudades como Valladolid con mayor población que Burgos destinan a fiestas un montante económico idéntico al de la Cabeza de Castilla.
El programa festivo ha sido un calco del de años anteriores sin ninguna innovación, ni apuesta por el ocio alternativo, “ni siquiera se ha hecho algún guiño a Burgos 2016, además por las tardes si no vas a los toros poco puedes hacer” afirmó el Secretario Provincial del PCAL- Burgos Domingo Hernández Araico.
PCAL-Burgos tampoco puede dejar de comentar la ubicación de los conciertos festivos, no excesivamente afortunada al ser un lugar alejado de núcleos con alta densidad de población, lo que dificulta su acceso a la ciudadanía y promueve el uso del vehículo particular, por otro lado tampoco impide molestias a los vecinos cercanos, la propagación del sonido por los barrios cercanos ha sido notable.
Las actividades festivas para nuestros ancianos brilla por su ausencia año tras año, “las fiestas parecen sólo destinadas a un grupo de edad, para el resto casi no hay actividades” declaró Hernández Araico.
Además, al parecer cientos de jóvenes parecen no sentirse atraídos por las escasas actividades programadas para ellos y decidieron convertir durante todas las fiestas el Paseo de Atapuerca en un gigantesco botellón desde primeras horas de la tarde ante la inacción municipal. A la imagen de ver menores, incluso de 14 años totalmente borrachos a las 8 de la tarde, hay que sumar la suciedad que se produce, la mala imagen que da la ciudad que en unos días inaugurará un Museo y que pretende convertirse en Capital Europea de la Cultura.
Hay que resaltar el negativo mensaje que reciben los más jóvenes al justificar y permitir en determinados periodos su conducta alcohólica “estas actuaciones aunque parezcan anecdóticas refuerzan a los jóvenes en su dependencia del alcohol, y otras drogas, en periodos festivos y fines de semana” comentó Hernández Araico.
Por último el PCAL no pude obviar el panfleto publicitario en el que se ha convertido el programa de fiestas donde costaba encontrar ente los anuncios alguna actividad. PCAL-Burgos solicita al Ayuntamiento vuelva a negociar con las Cajas de Ahorro locales que durante años publicaron el programa de fiestas con una mínima publicidad y ahorrando costes al Consistorio.
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