El alcalde castellanista de Caleruega y secretario General del PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL), José Ignacio Delgado, y la vicepresidenta primera y consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León fueron los encargados de inaugurar ayer el Centro de Interpretación habilitado en construcciones pastoriles y enmarcado en el proyecto Observatorio de la Biodiversidad de la Ribera del Duero.
El alcalde castellanista de Caleruega y secretario General del PARTIDO DE CASTILLA Y LEÓN (PCAL), José Ignacio Delgado, y la vicepresidenta primera y consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, inauguraron ayer oficialmente el Ecomuseo de Las Loberas, de Caleruega, un centro de interpretación del medio rural y natural ubicado en pleno campo en el término de Las Rozadas.
Este nuevo recurso turístico, promovido por la Fundación Oxígeno y el Ayuntamiento gobernado por el PCAL, se ha diseñado de forma interactiva con el objetivo de dar a conocer el modo de vida de los pastores aprovechando las construcciones ligadas a su actividad que se conservan en la zona: las tenadas y loberas (pequeños chozos circulares de piedra caliza con una entrada y un respiradero para la fogata para protegerse del ataque del lobo). Unas instalaciones que ya visitan unas 2.000 personas al año (1.500 organizadas) y que con el relanzamiento se espera que atraigan a unos 10.000 visitantes anualmente.
Como complemento, se ha instalado una torreta-mirador para ver el paisaje donde habitan aves esteparias como la avutarda, la ganga ortega o el alcaraván, ya que desde ese paraje se avista toda la Sierra de la Demanda y los Picos de Urbión, además de la llanura que caracteriza a la Ribera del Duero.
La vicepresidenta calificó esta propuesta como «una actuación singular» que tiene como principales protagonistas al lobo y a las construcciones ligadas a la defensa de los ganaderos y sus rebaños. Una especie de la que puso de manifiesto que forma parte de la gran riqueza en biodiversidad de la comunidad y alrededor de la cual se están desarrollando múltiples iniciativas, entre las que enmarcó el Ecomuseo ribereño, como el centro temático que está desarrollando la Junta en la Sierra de la Culebra o la habilitación de senderos que permiten su observación.
María Jesús Ruiz mostró su satisfacción por la «sensibilidad» que ha demostrado el Ayuntamiento castellanista al rehabilitar estas construcciones de un alto valor etnográfico. Subrayó especialmente que además se les haya dado una nueva utilidad «que va a permitir al conjunto de la población entender mejor por qué se hacían, cuál era la vida en aquellos momentos» y uniéndolo a un ecomuseo, a un mirador y a una ruta de senderismo que permite comprobar la riqueza medioambiental de la zona. «Abre opciones importantes para el ocio y el tiempo libre», señaló.
El Centro de Interpretación y Ecomuseo de Las Loberas forman parte de un proyecto mucho más ambicioso denominado Observatorio de la Biodiversidad de la Ribera del Duero, un programa de custodia, conservación, investigación, divulgación y formación ambiental el cual tiene su centro de acción y referencia precisamente en este nuevo recurso.
Una iniaciativa cuyo presupuesto global asciende a 1.462.000 euros y de los cuales hasta ahora solo se ha obtenido financiación para 205 gracias a la colaboración del Prodercal, Caja de Burgos, Caja Círculo, Caixa Cataluya, Red Eléctrica España, el ECyl y el Ministerio de Trabajo. A este respecto, María Jesús Ruiz no se comprometió a colaborar económicamente en el desarrollo de las siguientes fases, aunque sí asegurado que desde la Junta se estudiará la posibilidad.
El presidente de Fundación Oxígeno, Roberto Lozano, destacó el interés de esta iniciativa que se comenzó a desarrollar en 2003 de cara a poner en valor del patrimonio natural y buscar alternativas de desarrollo económico «porque no todos los pueblos pueden tener un polígono industrial».
El proyecto prevé habilitar en una tercera tenada un observatorio y centro de investigación ambiental, que consolidará un equipo de trabajo para el desarrollo de censos, investigaciones, labores de conservación, estudios y proyectos en colaboración con universidades. Además se contempla la generación de actividades formativas y técnicas, como las Jornadas Nacionales de Hábitats Esteparios que ya se han venido realizando y en las que han participado más de 400 profesionales de toda España.
Aismimo se proyecta equipar al Ecomuseo con una albergue rural de 63 plazas y dos viviendas para turismo rural.
El proyecto prevé la creación de 11 puestos de trabajo, entre ellos dos técnicos para una pequeña planta que se quiere instalar de elaboración de productos de la tierra, como destilado de orujos y fabricación de quesos, que se venderán a través de su propia tienda.
(Fuente: modificado DBJ.C.O./Diario de Burgos)
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