Las direcciones en Castilla-La Mancha de los partidos castellanistas PARTIDO CASTELLANO (PCAS) y UNIDAD CASTELLANA (UdCa) se muestran radicalmente en contra de la más que probable absorción de CCM por la andaluza Unicaja, lo que supondría la desaparición del más importante referente económico e inversor en Castilla-La Mancha y la eliminación de la sede social de CCM de esta comunidad (al situarse en Málaga la sede social de la Caja resultante, tal como ya ha asegurado el Vicepresidente de la Junta de Andalucía), así como por deberse a una decisión política de los dirigentes del PSOE y no a una decisión puramente económica.
El hecho de que sólo los políticos, tanto del PSOE andaluz como del PSOE de Castilla-La Mancha, hayan apoyado e incentivado esta absorción (que no fusión), cuando aún no se han pronunciado los técnicos competentes, deja bien a las claras que esta absorción es una operación simplemente política del PSOE para tapar sus propias vergüenzas. Llama la atención que antes incluso de haberse autorizado el proceso por los Consejos de Administración de ambas entidades, los políticos socialistas se hayan apresurado no sólo a respaldar la absorción, sino incluso a dejar claro dónde estará la sede de la nueva Caja y cuáles serán “las migajas” que quedarán en Castilla-La Mancha. Eso sí, tras dejar claro que es una operación económica y no política, de la que sólo hablan los políticos y no los economistas.
Para el PARTIDO CASTELLANO (PCAS) y para UNIDAD CASTELLANA (UdCa), son necesarias no sólo explicaciones claras de por qué se produce esta absorción por una Caja tan poco implicada en esta Comunidad como Unicaja, sino ante todo saber por qué se ha llegado a esta situación, cuáles han sido los errores de los directivos de CCM que han dado lugar a que sea necesaria esta absorción, cuáles son las medidas que va a tomar el Ejecutivo del Sr. Barreda (auténtico impulsor de esta absorción sobre CCM) para garantizar la implicación de la Caja resultante con Castilla-La Mancha (más allá del simple mantenimiento de las oficinas actuales o del mantenimiento de la Obra Social) y cuáles son las responsabilidades que debe asumir la dirección actual de CCM por la gestión que ha llevado a la Caja a esta situación e incluso cuáles son las responsabilidades del propio Gobierno de CLM por faltar a las obligaciones que fija la Ley de Cajas de Castilla-La Mancha, que otorga al Gobierno de CLM las “funciones de coordinación, control e inspección” de las Cajas de Ahorro, además de “procurar el desarrollo y buen funcionamiento de las Cajas de Ahorro, protegiendo su independencia y defendiendo su prestigio y estabilidad”.
Así mismo, para estos partidos castellanistas es inconcebible que los dirigentes socialistas andaluces y los propios dirigentes de Unicaja se hayan apresurado a reclamar al Gobierno Central y al banco de España el saneamiento de CCM previo a su absorción, cuando el Gobierno de Castilla-La Mancha se “desgañita” asegurando que no hay problemas financieros en CCM (cuando se hagan públicos los resultados del año 2008, sabremos exactamente cuál es la situación real de CCM, pero las peticiones andaluzas no dejan en muy buen lugar ni a Hernández-Moltó ni a Barreda). Estos hechos vienen a demostrar que la absorción de CCM, que dejará a Castilla-La Mancha sin uno de sus principales motores financieros, es una operación política dentro del ámbito socialista y únicamente busca mantener el control absoluto del PSOE sobre la caja resultante. De otro modo no se entiende que se descarte la absorción por parte de Caja Madrid (mucho más implicada con CLM y que crearía una auténtica Caja de Ahorros del Sur de Castilla) por el ruido político que acompaña últimamente a sus órganos de gobierno y no por razones económicas. Si la absorción que se busca para CCM es únicamente por cuestiones económicas, ¿por qué no buscar la absorción por parte de Caja Madrid?
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